Los telescopios del Complejo Astronómico de la Hita que dirige la Fundación Astrohita de La Villa de don Fadrique, registró en la tarde-noche del pasado domingo, 10 de agosto, la reentrada en la atmósfera terrestre de los restos del satélite Starlink, fenómeno que causó gran revuelo en redes sociales e incluso en el famoso programa de Íker Jiménez de Cuarto Milenio. En realidad no fue ningún misterio, pero la caída de este objeto artificial provocó un espectáculo de fuego.
El astrofísico José María Madiedo, investigador del Instituto de Astrofísica de Andalucía (IAA-CSIC) y director del proyecto SMART, al cual pertenece La Hita, ha sido el encargado de analizar el evento. Según los resultados de este análisis, el fenómeno se produjo como consecuencia de la reentrada en la atmósfera terrestre de un objeto artificial: un satélite Starlink. El objeto entró en la atmósfera a una velocidad de unos 29 mil kilómetros por hora. El brusco rozamiento con el aire a esta enorme velocidad hizo que el objeto se rompiese en multitud de fragmentos, que se volvieron incandescentes. De esta forma se generó una bola de fuego artificial que se inició a una altitud de unos 118 km sobre el Océano Atlántico. Desde ese punto avanzó en dirección noreste, sobrevolando Andalucía, Murcia y el sur de Alicante, continuando en dirección noreste hacia las Islas Baleares. En ese punto los dispositivos del proyecto SMART dejaron de ver el objeto debido a su gran distancia. La hipótesis más probable es que los fragmentos que hayan podido sobrevivir a su brusco paso por la atmósfera hayan caído al mar, en el Mediterráneo.
Esta reentrada ha sido registrada por los detectores del proyecto SMART desde las estaciones de detección ubicadas en Huelva, La Hita (Toledo), Calar Alto, Sierra Nevada, Sevilla, Faro de Cullera (Valencia) y Otura (Granada). SMART es un proyecto del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) que se desarrolla en el marco de la Red de Bólidos y Meteoros del Suroeste de Europa (Red SWEMN). Esta red se coordina desde el Instituto de Astrofísica de Andalucía (IAA-CSIC) y tiene como objetivo monitorizar continuamente el cielo con el fin de registrar y estudiar el impacto contra la atmósfera terrestre de rocas procedentes de otros objetos del Sistema Solar.