1. INTRODUCCIÓN HISTÓRICA
El entorno de nuestra villa en la comarca de La Mancha toledana fue repoblada primero por mozárabes y después por los grandes maestros de la Orden de Santiago.
Primeramente se llamó La Puebla de la Isla, cuando dependía de Corral de Almaguer, hasta que, en 1343, el Maestre de la Orden de Santiago, el Infante Don Fadrique, desde el campamento que cercaba la ciudad de Algeciras, le concedió el 25 de abril de 1343 el privilegio de villazgo y le otorgó el fuero de Sepúlveda.
El rey de Castilla, Alfonso XI “El Justiciero” tuvo de su legítima mujer, María de Portugal, a Pedro I “El cruel”, y de su amante, la sevillana Leonor de Guzmán, nueve hijos bastardos, entre ellos, Enrique y Fadrique, que eran gemelos. Estos nacieron en Sevilla el 13 de enero de 1333. En 1342, contando Don Fadrique con 8 años, se le nombra Maestre de la Orden de Santiago y al año siguiente otorga el “Privilegio de La Puebla de Don Fadrique” a La Puebla de La Isla, que desde entonces pasó a llamarse así.
Antiguamente, cuando se reconquistaba un territorio, los reyes procuraban poblarlo o repoblarlo, según los casos, y a este fin y para atraer pobladores, otorgaban privilegios o Cartas-Pueblas a favor de los núcleos de población, concediendo exenciones de impuestos y otras ventajas a quienes viniesen a asentarse en dichos núcleos; esto es lo que hizo Alfonso XI en Quintanar de la Orden en 1318 y su hijo Don Fadrique con los habitantes de La Puebla de la Isla.
2. LA CARTA PUEBLA
Este documento viene a decir que por hacer merced al Concejo de La Puebla de la Isla, Don Fadrique, Maestre de la Orden de Santiago, dispone que:
- Sea Villa, y desde entonces esté exenta de la jurisdicción de Corral de Almaguer.
- Tenga dos alcaldes, un juez y un escribano.
- Cualquiera que viviera en el pueblo y tuviera caballo y armas sea libre de tributo.
- Se haga el mercado los martes de cada semana.
- Libra a las gentes de La Puebla de Don Fadrique de tributos, desde el día que se da el Fuero hasta pasados 20 años y para los que viniesen a poblarla se cuentan los 20 años a partir del momento en que fijen su morada en La Puebla de La Isla.
- Los que ahora vivan aquí construyan sus casas tejadas y planten tres aranzadas de viña cada uno, de manera que en tres años estén todas puestas y las casas levantadas.
- Los vasallos deben dar al Gran Maestre Don Fadrique, por anualidad, 500 maravedíes, para su sustento y otros tantos por la Martiniega.
- No deben pagar portazgo en toda la tierra de la Orden de Santiago y en aquella pueden pastar libremente los ganados, cortar leña para hacer fuego y cocer el pan.
- En esos 20 años no se les puede obligar a llevar pan a los castillos de la Orden.
- Los vasallos que labren la tierra con bueyes o bestias puedan hacer horno en sus casas para cocer el pan, a cambio deberán dar al Maestre media fanega de trigo al año.
- Los que no labrasen la tierra así como los judíos, moros y los panaderos, que cuezan en los hornos de "poya", propiedad del Maestre.
- Que no se les obligue a dar cosa alguna de sus casas para el Palacio del Maestre.
- Manda a cualquiera que gobernase La Puebla, que lleven en cuenta los que vinieron a residir a ella.
3. COMENTARIOS A LA CARTA-PUEBLA
Las primitivas viviendas de La Puebla de la Isla son retamizas, por lo que manda que se construyan casas para que la población esté concentrada y no dispersa, como entonces, en chozas y silos. Si bien el plantío de cepas de viña debía existir, con las disposiciones del maestre se promueve e incrementa. La aranzada que se expresa en el texto es una medida de marco empleada en el plantío del viñedo y en la huerta, equivalente a 400 estadales de 11 pies en cuadro cada uno que, añadimos nosotros, es poco más que media fanega de marco o un cuarto de hectárea.
El beneficio de las exenciones tributarias se hace para estimular el repoblamiento del lugar. La moneda que figura en el documento es el maravedí, ya antigua en el siglo XIV, puesto que se acuña por vez primera vez por Alfonso VIII en la seguna mitad del siglo XII. En nuestro caso se trata de una moneda de plata con una equvalencia de 7 ptas. Los primeros 500 maravedís que se han de pagar al señor, son para sustentos de éste, lo que se llama impuesto de yantar. Los otros son por martiniega, que es un tributo pagado el día de San Marín (11 de noviembre) en reconocimiento de su vasallaje, en este caso al gran maestre. El portazgo, del que está eximido La Puebla se paga por las mercancías que pasan una puerta de una ciudad o villa.
El vasallo estaba condicionado por los monopolios feudales, uno de ellos era tener, obligatoriamente, que moler sus panes en el molino del señor. De otro lado, solo el señor tenía derecho a poseer horno, por eso cede este derecho a los labriegos; a los hornos públicos, en este caso del señor, se los llama de “Poya”.
4. LA ORDEN DE SANTIAGO
La Villa de Don Fadrique perteneció a la Orden de Santiago durante cinco siglos. Aún se conservan dos mojones que muestran la demarcación que limita hoy en día el término municipal con Villacañas. Por lo tanto, La Puebla de Don Fadrique, era la frontera con la Orden de San Juan de Jerusalem que tenía su capital en Consuegra primero, y Alcázar de San Juan después. La Orden de Santiago, con sede en Uclés, fue aprobada por el Papa Alejandro III en julio de 1175. Lo de ser monje y guerrero iba bastante bien con el carácter y mentalidad de la época medieval, y así fue como las órdenes militares llegaron a alcanzar considerable extensión territorial, riqueza y poder, siendo quizás la más poderosa la de Santiago.
La Orden de Santiago tenía como misión primordial la protección de los peregrinos que afluían de todas las partes del mundo al sepulcro de Santiago en la Baja Edad Media, y como fin secundario la lucha contra el Islam, que era el fin primordial del resto de órdenes militares.
La Orden nombraba alcaldes, resolvía litigios, se encargaba de la defensa de los pobladores y sus propiedades y, sobre todo, cobraba los impuestos, de alguno de los cuales el Maestre Don Fadrique eximía a los que venían a poblar esta villa.
La Orden de Santiago tenía en sus Constituciones un capítulo del año 1275 que se denominaba “Establecimientos para hacer Pueblas”, que fue sin duda el que rigió para La Puebla de Don Fadrique. En este “Establecimiento” se señalan los privilegios y garantías que se daban a los pobladores que quisieran acudir al nuevo centro de población.
5. ÚLTIMOS AÑOS Y MUERTE DE DON FADRIQUE
Cuando nombraron a Don Fadrique Maestre de la Orden Militar de Santiago, hubo gran oposición en un principio, por parte de los comandantes y caballeros santiaguistas.
Como hermano mayor de los hijos bastardos de Alfonso XI El Justiciero, a la muerte de este toma partido contra su hermanastro Pedro I y utiliza los castillos y villas de la Orden en esa campaña, por lo cual el rey nombra Gran Maestre de la Orden a Juan García de Villareja.
En aquella contienda penetra en Toledo y saquea las casa del tesorero del rey, el judío Samuel Leví. En la ciudad de Toro se hace nombrar Camarero Mayor, uno de los principales cargos nobiliarios de la corte. Por este tiempo de la rebeldía de Don Fadrique somete a feudo al lugar de Villalobillo, hoy despoblado y reducido a una casa de labor a 8 Km. de La Villa de Don Fadrique. Este paraje de Villalobillo, estaba en aquel tiempo, rodeado de monte.
Don Fadrique sostuvo amores ilícitos con Doña Blanca, prometida del rey D. Pedro I, y tuvo con ella un hijo, Alonso Enríquez. El historiador Menéndez Pelayo consideró que esto no era cierto pero, a pesar de todo, este suceso pasó en forma de romance a la tradición popular.
Reconciliado con su hermanastro Pedro I en 1356, cuando tiene Don Fadrique 23 años, le sirve con lealtad y eficacia. Siendo Adelantado de la frontera del reino de Murcia y conquista la importante población de Jumilla. Pero el rey le incluiría en una de sus “justicias” o crueldades, como a otros de sus hermanos.
El Canciller Pedro López de Ayala, en su crónica narra la terrible escena del asesinato de Don Fadrique que se resume en estos términos:
"Estando el rey en Sevilla mandó llamar a Don Fadrique que acudió confiado, con otros caballeros de la Orden, de los que el rey con habilidad le aisló, llamándole a su presencia y él llegó acompañado sólo por el gran maestre de Calatrava y de dos caballeros. (No es cierto, que fuera atado ante el rey por tanto la costumbre de echarle una soga a la estatua que había enfrente de la Iglesia fue costumbre motivada por aquel hecho).
El rey manda a su ballestero mayor Pedro López que prenda al maestre de Santiago y una vez hecho esto dijo a sus ballesteros de maza: “Ballesteros, matad al Maestre de Santiago”. Después de dudarlo, los cuatro ballesteros, atacan al maestre que intenta sin lograrlo defenderse, porque su espada se enreda en el talid. Los ballesteros le persiguen aunque no logran herirle, hasta que uno de ellos le dio un fuerte golpe de maza que le hizo caer y, ya en tierra, los demás le golpearon hasta dejarle casi muerto. Pasado algún tiempo el rey volvió a la Cámara en donde yacía Don Fadrique (era una habitación, no un patio) y dióle su misma brocha (daga o puñal que el rey llevaba al cinto) a uno de sus servidores, con la orden de que rematara al ensangrentado y moribundo Don Fadrique. Por último Pedro I se sentó a comer en la misma habitación en donde yacía su hermanastro, que era la llamada de los Azulejos en el Alcázar de Sevilla. Sucedía tamaño crimen el día 29 martes de Mayo de 1358, cuando el Gran Maestre de Santiago solo tenía 25 años".
La dramática muerte de Don Fadrique y su vida inspiraron algún romance viejo de nuestro Romancero, dentro del ciclo de Pedro I, así como el “Alcázar de Sevilla” del Duque de Rivas. Y por supuesto fue el desencadenante de la caída de la Casa de Borgoña en Castilla que representaba el rey que murió a manos de Enrique, el gemelo de Fadrique, en la Batalla de Montiel el 14 de marzo 1369, en cuyo lugar, conquistado el Castillo de La Estrella, la casa de Trastamara se alzó con el poder en el Reino de Castilla al grito famoso de "ni quito ni pongo rey sino que sirvo a mi señor".
6. RASGOS HISTÓRICOS
- En primer lugar fue un pueblo que atrajo pobladores, es decir, un pueblo con una fuerte inmigración y que aumentaba lenta pero progresivamente. En efecto desde el año 1525 hasta el año de 1554, es decir, en poco más de 25 años la población pasa de 498 habitantes a 1800. La población se estanca en los años de la crisis española del siglo XVII y vuelve a crecer desde 1752 que tenía 1641 habitantes hasta 1826 en que llega a los 3368 habitantes. Nuevo estancamiento hasta llegar a los casi 6000 habitantes en los años 50 y debido a la fuerte emigración de los años 60 la población comenzó a decrecer.
- Esta población ha tenido siempre un positivo signo pacífico, comunitario y autónomo. No olvidemos que la Villa de Don Fadrique era un pueblo fronterizo en la época de su fundación. Los pueblos inmediatos de Quero y Villacañas pertenecían a la Orden de San Juan, con la cual los santiaguistas tenían siempre dificultades de términos. El vecino pueblo de Lillo pertenecía a la jurisdicción de Toledo. Había, pues, posibles problemas de convivencia. Por ello los visitadores del año 1478 preguntan cómo son sus relaciones con los pueblos vecino. La respuesta es alentadora: “no tenían ningún debate ni de qué quejarse
- El Fuero de Sepúlveda les daba una singularidad con respecto a los otros pueblos comarcanos que se regían por el Fuero de Uclés. Podríamos decir que el Fuero de Sepúlveda era más liberal y daba más autonomía al Ayuntamiento Local frente al poder central del Rey o la Orden de Santiago. Al mismo tiempo aseguraba la independencia personal de cada habitante ante la ley y por ello la cláusula añadida de que no tenían que pagar los padres por los delitos de los hijos. De aquí que este pueblo nunca estuvo sometido a la autoridad de un Comendador, que era lo corriente, sino que a su concejo o Ayuntamiento era la última norma legal y por ello se siente con autoridad suficiente para imponer a todos los ciudadanos sin excepción al contribuir a las cargas municipales obligatorias. Probablemente por esta misma razón el pueblo tiene siempre un gran sentido de iniciativa personal lo que hace que, a mediados des siglo XVIII posea una fuerte industria textil con 9 pelaires, 2 tejedores, 1 tintorero y 26 vendedores de medias lanas. Y ello a pesar de que se señala también la presencia de un gran ganadero: Martín Parreño que tenía cerca de 9000 ovejas, 4500 cabras y 90 mulas.
- La Orden de Santiago, por impulso de su Maestre Don Fadrique, dio al pueblo la estructura social y urbanística que todavía hoy perdura:
- En primer lugar hizo una distribución de la tierra labrable entre los vecinos que llegaban con intención de quedarse a vivir en la villa. Al mismo tiempo les concedía que pudiesen levar a pastar sus ganados libremente en todo el territorio de la Orden.
- Construyeron una modesta fortaleza para su defensa. Era el “cortijo” que estaba detrás de la Iglesia. Pero esta pequeña fortaleza quiso ser utilizada en las guerras interiores de los Maestres a finales del siglo XV. El pueblo se puso al lado de los Reyes Católicos y el cortijo fue derribado. No es de extrañar que los Reyes Católicos favoreciesen después en lo posible al pueblo y así sabemos que años después en la iglesia había “un frontal de zarzalia que dio su Alteza la Reina Doña Isabel” y “una caja de plata para el Sacramento que dio el Rey Don Fernando”.
- La Orden de Santiago construye también la Iglesia Parroquial. De ella sabemos que hubo una iglesia antigua que se describe n 1480. Veinte años después esta Iglesia se encuentra arruinada “mucho está caído y perdido” y se empiezan nuevas obras. Faltaba de construir la Torre de la Iglesia que fue construida por el arquitecto Fernando del Provencio que la terminó en 1537 y cobró la cantidad de 6752 maravedíes.
- Se levantó también el Bastimento que era una especie de silo y bodega para almacenar trigo y vino. Es el edificio que actualmente llaman la Tercia porque más tarde recogía la tercera parte de los impuestos cobrados en grano. Este Bastimento se comenzó a construir en 1506 por pedro Naharro. La obra fue lenta y la piedra estaba amontonada junto a las paredes sin acabar. Finalmente el mismo arquitecto de la torre terminó el Bastimento que tenía “sus trojes y bodega”.
- En estos mismos edificios “fronteros de la iglesia” junto a la Tercia, la Orden de Santiago levantó un Hospital el año 1515. Era un modesto Hospital de cuatro camas pero cubría las necesidades más elementales de alojamiento de pobres y transeúntes en aquellos años.
Como se ve es un enorme esfuerzo constructivo el que se realiza en un periodo de tiempo de unos cincuenta años, es decir, ese periodo de la infancia de un pueblo cuando ocurren los hechos más transcendentales para su futura Historia.
7.CURIOSIDADES HISTÓRICAS
1. - Antiguamente en la puerta de la Iglesia había una estatua de don Fadrique y era costumbre de los mozos rodear dicha estatua con una soga, tal vez en recuerdo de la tradición que dice que fue cogido Don Fadrique y atado para llevarlo a presencia de su hermano.
2. - El 27 de junio de 1916, por orden de Alfonso XIII, para evitar la homonimia de la localidad fadriqueña con el de la provincia de Granada, se cambia la denominación de “Puebla” por la de “Villa” y así pasa a llamarse La Villa de Don Fadrique; sin embargo el nombre antiguo aún perdura en la memoria de los habitantes de los pueblos limítrofes, que llaman a nuestra villa: “La Puebla primera”, viniendo de Villacañas, para diferenciarla de la “segunda” que es La Puebla de Almoradiel, siguiente pueblo camino de Quintanar y al revés si se mira en sentido contrario.
3. - En 1809, por efecto necesario de la Revolución, se relajaron las costumbres en el barrio de Santa Ana, siendo saqueada su ermita por las tropas francesas.
4. - El día 21 de junio de 1903 llegó el primer automóvil de Quintanar a La Villa de Don Fadrique (15 km) en cuarenta minutos, con lo que se inaugura la época contemporánea.
5. - En 1932 se produce en La Villa de Don Fadrique una “mini-revolución”, conocida con el nombre de “Los sucesos”.
6. - En el siglo XVIII debió construirse la mayor parte de la Iglesia Parroquial, pues la fachada norte tiene una lápida que dice: “Cruz de Santiago, 1777”. Seguramente, lo que ocurrió es que la primitiva Iglesia quedó pequeña al aumentar la población y se hizo necesario ampliarla.
7. - La ermita de Santa Ana también debió construirse o reconstruirse por aquella época, ya que hoy, nuevamente restaurada, vuelve a ostentar en su fachada una lápida con la Cruz de Santiago y la fecha de 1770 ó 1776.
8. - Don Pedro I da el privilegio a “El Común de la Mancha”, que trataba de explotar en conjunto los pastos del ganado, y la distribución equitativa de los impuestos, que se entendió desde el río Gigüela al Guadiana; esta actitud política evitó que la Mancha fuese un desierto vacío entre Madrid y Andalucía. Aún se conservan algunos mojones que limitaban la Orden de Santiago con la Orden de San Juan de la cual dependía Villacañas.