Este domingo 17 de mayo, La Villa de Don Fadrique realizará la solemne función de acción de gracias con la que conmemorará el 84 Aniversario del Milagro del Cristo del Consuelo que tuvo lugar un 17 de mayo de 1925. Fieles a la tradición, los fadriqueños realizarán una función religiosa a las 20:00 horas en la Iglesia Parroquial de Ntra. Sra. De la Asunción para, a continuación, realizar la ofrenda floral al patrón de la localidad con actuación de la Banda de Música “La Fadriqueña”.
Cuenta la leyenda que el benefactor de los fadriqueños, salvó a este municipio de una infernal sequía que padecía por aquel entonces, cuando todo el pueblo sacó “con gran fe”, según palabras del alcalde, Juan Agustín González Checa, por las calles de la población en procesión de rogativas al Cristo del Consuelo y, durante el transcurso de la misma, obró el milagro cayendo una lluvia torrencial en su discurrir hasta el Pozo de los Caramelos donde está situada la emblemática Torre del Agua al sur del municipio.
Según cuentan dos testigos de excepción en La Villa de Don Fadrique de aquel día, las dos centenarias de la localidad, Benita Santos y Salustiana Aguado, el milagro sucedió mientras se hacía la rogativa que empezó con un sol deslumbrante y, a medio camino de la procesión, empezaron a aparecer grandes y negros nubarrones en el cielo que desencadenaron una incesante lluvia que hizo salvar los sedientos campos, y la maltrecha economía local por esta pertinaz sequía que aquí concluyó.
Según narran la dos abuelas fadriqueñas, “hay un canto que narra lo que pasó aquel día, todos los ricos se querían volver y los pobres dijeron arriba con él”. La cuestión es que, en medio de un diluvio, siguió la marcha hasta su destino, y, al llegar al Pozo de los Caramelos, “una blanca paloma se posó encima del Cristo. Todo el mundo acabó empapado, indicaron las dos centenarias, a la gente le encogieron las ropas que vestían y a los hombres le destiñeron sobre la cara las boinas, que eran tintadas, y, a pesar de la gran lluvia, cuentan las crónicas que el médico certificó que nadie cogió ni un mal resfriado.”
Desde entonces, todos los años se celebra esta función de Acción de Gracias, que cada 25 años repite el itinerario que recorrieron los fieles fadriqueños con su patrono benefactor a hombros. También ha salido en rogativas otras muchas veces, la última en el 2000 por el 75 Aniversario, y siempre que la sequía amenazó de sed los castigados campos de La Mancha.