La Laguna de "El Salobral" de La Villa de don Fadrique ofreció un espectáculo muy agradable en la mañana del pasado sábado, 6 de abril, para todos los que acudieron a la primera Ruta Interpretativa que organizó el Ayuntamiento de la localidad fadriqueña, una iniciativa que surgió para realizarse en la Semana de la Igualdad del pasado mes de marzo, pero las generosas lluvias que cayeron para entonces obligó a suspenderla. Esas lluvias son, precisamente, las que han puesto este lugar en todo su esplendor, por lo que niños, jóvenes y mayores, pudieron disfrutar de esta iniciativa que dirigió la Técnico de Medio Ambiente del vecino municipio de Villafranca de los Caballeros, Mari Carmen Comendador, que dirige el Aula de la Naturaleza de las lagunas de la población villafranquera y que es fadriqueña. No faltaron la concejal de Servicios Sociales, Mujer, Educación y Sanidad, Mari Carmen Díaz-Maroto Comendador, la de Cultura y Festejos, Mari Carmen Díaz-Maroto Díaz-Maroto, y el concejal de Agricultura, Medio Ambiente y Personal, José Luis Comendador, que también pudieron disfrutar de este evento, entre otros.
La actividad se desarrolló en el parque que existe en este entorno lagunar, por la senda que atraviesa dicho lugar de este a oeste, y empezó con una clase magistral de lo que es la laguna de "El Salobral", la razón de su nombre, la naturaleza del entorno, sus usos, y la avifauna y especies vegetales que alberga este entorno protegido que forma parte de la Red Natura 2000. También hubo momento para la observación de aves, como los flamencos y otras especies como la cigüeñuela o el pato malvasía, entre otros. Y otro tanto pasó con las especies arbóreas y vegetales, algunas muy peculiares como la salicornia, propia de estos entornos salobres, y que se nutren de la sal del terreno. Las observación en el microscopio de algunas características de esta laguna también atrajo la atención de los más pequeños.
Al finalizar la actividad, que tuvo una buena aceptación, a todos se les entregó un díptico con todos los detalles de este lugar endorreico, y un recordatorio de la primera visita guiada, y que seguro no será la última, a esta laguna de "El Salobral". En definitiva, se trató de poner en valor este lugar, sensibilizar a la población de todas las edades, de la importancia de conservarlo, y darlo a conocer en toda su magnitud, siendo, además de un entorno natural privilegiado que ha llegado hasta la actualidad, un lugar para el deleite de locales y foráneos, que se une a la oferta cultural, patrimonial y turística que alberga La Villa de don Fadrique.
El Salobral, un entorno único
La Laguna de "El Salobral" de La Villa de Don Fadrique, situado en el lado norte de la población, es un humedal endorreico incluido en la Reserva de la Biosfera “La Mancha Húmeda”. Su principal característica es que es temporal, de manera que durante la estación lluviosa, invierno y primavera sobre todo, está lleno de agua. En época estival suele estar seco, dejando sobre su superficie una característica costra de salitre, que ha dado nombre a esta vega.
“El Salobral”, es fluctuante, poco profundo y muy dinámico, ya que sus formas y la cantidad de agua que alberga pueden variar considerablemente en un mismo año. Todos estos factores (salinidad, dinamismo, variabilidad de la cantidad de agua), hacen que este ecosistema sea raro y frágil, de ahí su importancia ecológica de darle la máxima protección.
Como el resto de humedales manchegos, esta formación lacustre se produjo hace 2.000 millones de años cuando, como consecuencia de la formación de la cordillera penibética y Sierra Morena,, sobre todo, se retiró el Mar Mediterráneo conformando tanto la geología como la vegetación que hoy se encuentran en estos parajes.
La denominada "Mancha Húmeda" a la que pertenece "El Salobral", discurre por la parte alta del río Guadiana. El curso alto de este río se asienta sobre diversos materiales permeables que permiten que el agua se filtre hasta niveles impermeabilizados con mangas y arcillas. Los principales ríos que forman parte de este entorno poblado de zonas lagunares en territorio manchego son el río Záncara, el río Gigüela y su afluente, el Riansares, entre cuyos cursos fluviales se encuentra la población fadriqueña.
Las actividades humanas desarrolladas históricamente en el ámbito de los humedales de esta área comprenden, principalmente la obtención sal. Las salmueras y el sulfato de magnesio son un producto muy apreciado en el tratamiento de la lana y la industria farmacéutica. En concreto, “El Salobral”, tiene una alta concentración de sales, aunque son diferentes a las que se pueden encontrar en el litoral. Aquí hay mucho más sulfato magnésico que cloruro sódico. Fruto de ello, y del extremo térmico de invierno a verano, este tipo de lagunas salinas son enclaves que tienen un gran interés botánico, albergando plantas raras, endémicas y amenazadas.
Junto a la diversidad biológica y avifauna, los humedales manchegos como el fadriqueño, son refugio de innumerables especies de aves, mamíferos, reptiles, anfibios, peces e invertebrados. Además, la interacción entre los componentes físicos, biológicos y químicos, permiten a este tipo de lagunas desempeñar muchas funciones vitales, como son el almacenamiento de agua, la protección contra las tormentas y la mitigación de las inundaciones.
Así mismo, ayudan al control de la erosión, la recarga y descarga de los acuíferos subterráneos y la purificación del agua por medio de la retención de nutrientes, sedimentos y contaminantes. Sirven a su vez, de estabilización de las condiciones climáticas locales, como son la regulación de las precipitaciones y las temperaturas. Y precisamente esas funciones este año hidrológico que comenzó el pasado 1 de octubre de 2023, las está desempeñando en todo su esplendor.