1. Situación, límites, extensión
La Villa de Don Fadrique forma parte de la provincia de Toledo, de cuya capital se encuentra a una distancia de 80 Km. Dicha provincia, junto con Guadalajara, Cuenca, Albacete y Ciudad Real, se enmarca en la comunidad autónoma de Castilla-La Mancha.
Esta región cuenta con una extensión de 79.461 km2, un 21,6% del territorio nacional, mientras que su población residente es de alrededor de 1.900.000 personas, sólo un 4,27% del total nacional, constituyendo una región con baja densidad de población, apenas 21 habitantes por km2.
La provincia de Toledo ocupa una extensión de 15.370 km2 y cuenta con una población de unas 630.000 personas, un 1,27% del total de la población nacional. Su densidad de población es, por lo tanto, de 33,22 habitantes por km2, valor que se sitúa algo por encima de la media regional, pero que sigue estando muy por debajo de la media nacional.
El municipio de La Villa de Don Fadrique, que rondan una población de alrededor de 3.900 habitantes, se localiza al sureste de La Mancha toledana, estando enclavada en un entorno puramente manchego, con parajes de singular belleza, entre los ríos Gigüela y Riánsares, cerca de la conjunción de ambos, al norte de la laguna del Taray, que está situada ya en el término de Quero.
Limita con los términos de los siguientes pueblos: al norte con Corral de Almaguer, al este y al sur con La Puebla de Almoradiel, y al oeste con Quero y Villacañas; este límite es rectilíneo, sin tener en cuenta ningún posible accidente geográfico, como corresponde a un suelo de llanura. El término es alargado en la dirección de los meridianos, se estrecha de norte a sur, para terminar formando un ángulo, cuyo vértice está próximo al río Gigüela.
Tiene nuestro pueblo una superficie de 81,01 km2, esto es 8.101 Ha. De los 18 municipios manchegos de la provincia de Toledo, ocupa el antepenúltimo lugar por su extensión, siendo el primero Consuegra (349,39 km2), seguido de Corral de Almaguer (269,41 km2), y son los dos últimos El Romeral (78, 81 km2) y Cabezamesada (59, 86 km2). Como se ve, los municipios manchegos ocupan dilatadas extensiones de suelo, propias de los países de la llanura.
2. Geología y suelos
En general la geología de La Mancha es muy sencilla y más la de nuestro pueblo y su término, asentados sobre un suelo mioceno, con un sustrato calizo, llamado tosca, formado por la filtración de las aguas de lluvia que disuelven y depositan la caliza bajo la capa agrícola y que servirá, como ya veremos, de lecho impermeable en donde se depositan los mantos lacustres.
Son suelos sedimentarios, procedentes de avances y retrocesos marinos, con margas que originan su salinidad. Estas aguas salobres, se dan en lagunas y pozos, motivan el hidrónimo Salobral, aplicado concretamente a la laguna que existe al norte de la población.
3. Relieve
Si la geología es sencilla, tanto o más es el relieve, constituido por una llanura alta, correspondiente a la meseta que, en nuestro caso, se mantiene entre los 650 y los 700 metros.
La escasísima dinámica del relieve se manifiesta en los orónimos “alto” o “altillo”, lo que evidencia la casi perfecta horizontalidad del territorio. Un cerro se llama del Piquillo y otro del Espolón (715 m), la misma altura tiene el vértice Moreno, más moderado es el vértice Gigüela. El topónimo Navarredonda es revelador de estos suelos llanos en donde aparece algún pando o pequeña hondonada.
Los ríos, cañadas, caminos y sendas, ponen una nota diferencial en este relieve.
4. Clima
Continental extremado, de largos inviernos y veranos cortos, con estaciones intermedias como la primavera que apenas existe; en cambio sí se aprecia algo más el otoño, con temperaturas más bien bajas y precipitaciones acuosas.
La extrema continentalidad, motivada por el alejamiento de los moderados influjos marinos, ocasiona una profunda oscilación termométrica, tanto, que a días estivales muy calurosos corresponden noches frescas y a veces frías.
En general las lluvias tienen carácter torrencial, cual corresponde a un clima árido. Cabe destacar el descenso en la cantidad de precipitaciones que se ha sufrido en los últimos años, con el que los valores pluviométricos se encuentran en niveles muy bajos.
5. Hidrografía
A un suelo llano, con algunos pandos, escasos cerros y altos, corresponde una hidrografía senil, con ríos de amplios cauces, poco dibujados, en forma de U muy abierta, de curso lento, sinuoso y a veces lagunar, con prolongados estiajes, que dan lugar a cortes en la corriente y sequía de sus lechos, de la que se recuperan rápidamente con las primeras lluvias otoñales.
La geología y el escaso relieve, motivan un suelo endorreico, esto es, sin salida, en donde se dan esos característicos ríos y lagunas. Alguien definió este terreno como la zona más endorreica de España. Los términos de El Toboso, La Puebla de Almoradiel, La Puebla de Don Fadrique, Villafranca de los Caballeros, Lillo, Miguel Esteban, Quero, Tembleque, Turleque y Villacañas, son los más afectados por ese endorreismo que les da carácter y los convierte en lo que es La Mancha pura o La Mancha por excelencia.
Aunque apenas entran en contacto con los territorios los ríos Gigüela y Riánsares, en cuyo horcajo se localiza La Villa de Don Fadrique, precisamente por eso, por estar entre estos dos ríos, alguien la denominó la pequeña mesopotamia.
Algunas teorías apuntan a que el nombre del Gigüela es una sincopación de cigüeñela, referido al ave más característica del paisaje endorreico que nos ocupa, puesto que vive en las charcas y lagunas, de cuyos fangos se alimenta y sobre esas charcas dispone sus nidos leñosos.
Otra corriente fluvial es el río Riánsares, tributario del anterior, que es tanto como “río de los gansos salvajes”.
Característica de nuestro suelo endorreico es la presencia en nuestro término de dos lagunas, llamadas: Navarredonda, de 600x300 m. de extensión, formada en la estación lluviosa y hoy desecada; y el Salobral de 400x300 m de extensión que está situada junto al núcleo urbano. Al secarse esta última, en el verano, aparece su lecho cubierto de salitre.
Nuestras lagunas, como todas las de La Mancha, podrían ser testimonio, de lo que fue el lecho marino hace millones de años, antes de que se formara la cordillera bética de Sierra Morena. Hoy son circunstanciales depósitos acogidos a los pandos del terreno de carácter impermeable y, en la actualidad, en franco retroceso.
Es curioso y gráfico el nombre de una de estas dos lagunas, la llamada Navarredonda, en la que hay que advertir que, el antiguo vocablo vascuence "nava" significa “laguna”.
Otros hechos relacionados con la hidrografía es la Zanja de la Veguilla, a la que va a dar el arroyo de la Fuente; la Madre del río Gigüela; y los numerosos pozos abiertos en el término, algunos con nombre propio como Pozo Novillo, de las Maras o Blanco. También se reseñan algunas fuentes como La Piedad. Por último, hay un camino de la Torrontera.
6. Vegetación
Sin duda, en el pasado, sobre estos suelos áridos vivió el encinar, como lo evidencia el topónimo que tuvo antaño de apellido El Quintanar de la Encina. En nuestro término no encontramos en las Hojas del Mapa Topográfico Nacional ninguna referencia a encina o otra especie arbórea de su tipo, pero sí a la vegetación de matorral como Carril de los Albardiales ( el albardín es un “esparto inferior”) y Albardiosa, referido a una laguna ubicada en el término de Lillo. Otra vegetación es el taray, que da nombre a una laguna en el término de Quero (se trata de un arbusto de ramas mimbreñas, que se da a la orilla de ríos y lagunas). Recuerdo de esta desertización del suelo es el tomillar, en el lado oeste del término, Camino de la Tobilla, (del “pequeño cardo”). Hay un pozo de las Maras, esto es, de las “frutas, vinos,…”
7. Fauna
Aparte de la ya conocida, expresada por los ríos Gigüela y Riánsares, hay otros zoónimos de algún interés:
Hay una casa labor, llamada de Villalobillo. Un pozo Novillo. Y un Palomar.
8. Cromatismo
Hay un Pozo Blanco, un Silo Blanco y un vértice Moreno.
9. Caminos y cañadas
En un paisaje de llanura, aparte de los ríos y lagunas, existe otro hecho diferencial e importante en el plano geográfico: son las cañadas, caminos, carriles y sendas que cruzan como cintas el término en todas las direcciones.
Las cañadas más notables son:
La Cañada Real Soriana, en la que existen varias veredas que la cruzan, la más conocida como la llamada de los Torteros, vocablo de origen aragonés derivado de tortera, esto es: “vasija de barro”, “fuente honda de barro”; en castellano de tartera y todo está relacionado con hortera “escudilla o cazuela de barro”, y la vereda de los Torteros une la Cañada Real Soriana Oriental, que discurre paralela al río Riánsalres, con la Cañada de Alcázar de San Juan que transcurre paralela al río Gigüela.
En los caminos más destacados, nos podemos encontrar:
De la Cruz del Niño, del Molino Nuevo, de Botifuera, de San Marcos, de las Maestras, de la Casa Collado, del Molino Viejo (situado al borde del antiguo Camino Real que comunicaba Toledo con Cartagena y Murcia), de Doña Sol, de Mingo Lucas, de la Ventilla, del Molino, de la Tobilla, de las Fuentes, de la Casa Nueva, de Tayerro, del Puente de la Oveja y de las Rochas.
Como carriles destacan:
De la Casa Nueva, de la Carravieja, de la Bodega de la Zanahoria y del silo Moreno.
Las sendas más importantes son:
De Santa María, de las Maestras y de la Ortiza.
1. INTRODUCIÓN
Este pueblo manchego con alrededor de 4000 habitantes, y que estuvo muy cerca de los 6000 por los años 50, es y ha sido siempre eminentemente agrícola. Ya en la Carta Puebla fundacional que otorgó el Infante Don Fadrique en 1343 se imponía a los que habitaran estos lugares que plantaran tres aranzadas de viñas.
Así pues, la riqueza agrícola es por este orden de importancia: vid, cereales, ganadería ovina, algo de huerta, patatas y melones de secano para consumo local, aunque también han existido algunos azafranales para sobrevivir, que en aquellos tiempos no era tarea fácil.
La agricultura siempre ha estado condicionada por su escaso término municipal: 8.100 Ha. De esta superficie, un 25% eran improductivas para la agricultura y casi nulas para la ganadería; un 50% eran aptas para la vid pero malas para los cereales y el 25% restante eran tierras buenas.
A parte de las dificultades que eran generales para todos los pueblos agrícolas, tales como la falta de abonos minerales; los insecticidas que ya se empleaban en Europa y el precio desproporcionado que tenían las mulas respecto de su rendimiento como único medio de motor de aquel tiempo, este condicionamiento hace que el agricultor local sea más activo y emprendedor que los demás.
Empieza a plantar viñas, se va introduciendo en los términos colindantes y llega en los años 50 a ser el principal productor de vino de la provincia, con un nivel de vida superior a los de los demás pueblos de la comarca, dentro de las limitaciones generales de la actividad agrícola y de la economía de la época.
A partir de los años 50, el primer cultivo local pasa a ser la vid, más rentable que los cereales, que quedan muy por detrás de dicho cultivo principal. En aquellas fechas se puede decir que la economía del pueblo sigue los pasos del precio y la cantidad de uva que se recolecta cada año.
Al final de la década de los años 60 y comienzos del 70 la agricultura sufre el impacto de la mecanización que empezó a suplir a las mulas, siendo sustituidas por los tractores y los carros por los remolques. Esto hace que los agricultores se resientan económicamente por el costo que suponen estas inversiones.
Aunque la mecanización representa una mayor productividad para la agricultura, para los pueblos principalmente cerealistas las ventajas económicas del cambio son mucho mayores, lo que hace que La Villa de Don Fadrique, pierda ventajas sobre otros pueblos vecinos. A estos inconvenientes, se une la pérdida de productividad de algunas zonas de viñas debido a la enorme sequía ocurrida al final de los años 60.
A partir de los años 70 se ponen en cultivo las tierras de la vega del río Gigüela, improductivas hasta entonces, pero que se ha demostrado que, con bastante dificultades, pueden dar remolacha y cebada, aunque después estas han sido sustituidas por la alfalfa y finalmente colonizadas por cultivos leñosos, fundamentalmente vid y olivo.
El cultivo de la remolacha de regadío es un hecho que va a ser transcendental para nuestra agricultura local. La remolacha es un cultivo naturalmente social, que necesita muchísimos puestos de trabajo. En el orden económico hay que decir que los ingresos brutos por el cultivo de remolacha del año 81/82, se aproximan a los 200 millones de pesetas, pasando este pueblo desde 0 a producir el 76% de la remolacha de toda la provincia.
El cultivo de la alfalfa es otro factor más a considerar dentro del marco de los nuevos cultivos, más rentables que la vid, pero que necesitan una cuantiosa inversión en maquinaria que representa una pesadilla para el agricultor hasta que consigue amortizarla.
La implantación de estos cultivos demuestra el carácter emprendedor y empresarial del agricultor de La Villa de Don Fadrique. El Padre Martín de Nicolás, hace años, decía en un artículo periodístico, refiriéndose a los agricultores fadriqueños que “eran hombres intrépidos y audaces”, calificativo exacto que define en general al agricultor de este municipio y que sigue siendo así. A nadie se le escapa que la reindustrialización del campo está llevando al cultivo masivo de la vid en espaldera con todo lo que ello significa, y también a implantar nuevas especies arbóreas muy resistentes a la sequía y los terrenos calizos como es el pistacho.
2. ACTUALIDAD AGRARIA
Los principales problemas o deficiencias de la agricultura son:
I. Falta de rentabilidad
Para la Administración la forma más fácil de contener la inflación es frenando los precios agrícolas, aunque no sea justa. Se defiende diciendo que hay que mantenerlos a niveles europeos, pero no es así, porque la mayor parte de ellos son más bajos en España y algunos con mucha diferencial. Por parte del agricultor, debe abaratar costes, aumentar la productividad y sobre todo vender mejor, comercializando los productos en la mayor medida posible, asociándose con otros agricultores a la hora de vender y comprar, no producir excedentes y sí los productos que el mercado necesite.
II. Deficientes estructuras
A principios de siglo y antes, el principal mal de la agricultura radicaba en que abundaban los latifundios sin cultivar o cultivados muy deficientemente. En la actualidad el mal es de signo contrario, predominando en general el minifundio, sobre todo en algunas zonas, siendo ésta una de las principales causas de la falta de rentabilidad.
La forma de solucionar este problema, aunque sea a largo plazo, es crear agricultores o empresarios agrícolas, con vocación, con medios y con preparación técnica. Estos agricultores o empresarios, bien formados y con vocación, podrían cultivar tierras suyas o ajenas, y no como ocurre actualmente, que por el hecho de ser propietario se es agricultor, aunque no se tenga vocación.
Mientras tanto, se puede hacer mucho, como no dividr las fincas entre hermanos y explotarlas en común, o bien agrupándose varios para cultivar y utilizar maquinaria en común. Es lamentable ver explotaciones que han pasado de padres a hijos y a nietos que necesitan cuatro veces más de maquinaria que si estuviera junta. Esto económicamente es un lujo que la rentabilidad de la agricultura no lo permite.
III. Mala planificación
La Administración ha sido siempre lenta a la hora de reaccionar ante problemas que se presentan de excedentes o de cosechas catastróficas, tomando medidas tardías o poco efectivas. Es poco imaginativa a la hora de planificar y legislar.
IV. Falta de Asociaciones Agrarias fuertes.
Se deben de potenciar las asociaciones de agricultores, unificarlas en lo posible y sobretodo despolitizarlas para que tengan la suficiente fuerza para presionar razonablemente y ayudar a la Administración a la hora de decidir en cuestiones agrícolas.
V. Mala comercialización
Aquí son los agricultores los que mayor responsabilidad tienen, porque lo fácil en cualquier actividad es producir y lo difícil es vender en buenas condiciones. Hay que tener en cuenta que muchos productos cuando llegan al mercado lo que menos influye en su precio de venta es el precio que se pagó por ellos en su origen.
VI. Falta de investigación
La agricultura es una de las actividades con más campo de acción por delante. Pero desgraciadamente en España, por falta de medios y falta de afición, en este aspecto estamos en “mantillas” y es a la Administración a quien corresponde hacerla y fomentarla.
DATOS GEOGRÁFICOS Y ANTROPOLÓGICOS
1.DATOS GENERALES
Municipio y Villa. Partido judicial de Quintanar de la Orden, a 80 km de Toledo y 115 de Madrid.
Se encuentra a 671 m de altitud, longitud 3º 13’ Oeste y latitud: 39º37' Norte.
2. COMIDAS TÍPICAS
a) Gachas: Harina de almortas, aceite , tocino y chorizo frito, patas fritas, pimentón, sal y ajos.
b) Arrope: Mosto cocido con letuario (calabaza cocida y melón).
c) Mostillo: Arrope cocido, harina y flan.
d) Coña: Tomatillas asadas, ajos asados, chorizos asados, a veces almejas y huevos cocidos, pimiento picante y a veces champiñón, patatas asadas y agua para cocerlo todo.
e) Caldillo: Un poco de aceite, cebolla frita, ajo y agua.
f) Ajo tizón: Pimientos, tomates, cebollas, sal, bacalao, agua y, a veces otros ingredientes.
g) Mojete: Patatas, pimiento, tomate, ajos, sal, bacalao, agua y, a veces otros igredientes.
h) Ajo de rajas: rajas (tomatillas), chorizo, morcilla, perejil, ajo, patatas y sal, a veces calabaza.
i) Migas: Trozos de pan frito, uvas y chorizo.
j) Rollo: Sopa de pan frito con agua y azúcar.
k) Ringlán: Patata asada, tomatillas asadas, agua y aceite.
l) Una cata: una “orilla” de pan, (del redondo de 1 kg) se le saca la miga y se añade cebolla, pimentón y aceite, o bien tomate y aceite, o bien huevo pasado por agua y aceite.
3. COSTUMBRES TÍPICAS
a) El reconocimiento de los novios: (esta costumbre ya se ha perdido).La familia del novio va a buscar a la novia y todos juntos se dirigen al salón, en donde en una bandeja frente a la que se sientan los novios, los padrinos y los padres, cada invitado echa una cantidad de dinero según sus posibilidades.
b) La semana de los quintos: (con la retirada del servicio militar obligatorio, esta costumbre también se ha perdido). Una semana antes del sorteo, se reúnen todos los quintos y viven, independientemente de sus familias para todo, dedicándose a pedir dinero a la gente, a gastarse ese dinero en comida y bebida y a molestar al vecindario con toda clase de bromas.
c) No comer gachas cuando hay muerto: Superstición tradicional, que aún se conserva, por la que se cree que si esto se hiciera, acudiría el muerto a remover las gahas.
d) La hoguera de San Marcos, el 24 de abril: Consiste en que los vecinos a la puerta de sus casas encienden unas enormes hogheras y se hacen corros en los que las mozas bailan mientras los mozos se dedican a saltar sobre las hogueras. Todo ello para impedir que se hilen las viñas.
e) Los peleles del Domingo de Resurrección: Los suelen hacer las niñas y las mozas, pero también el resto del vecindario, por cuadrillas; cada cuadrilla lleva su pelele al que mantean con una manta mientras cantan canciones de pelele.
f) El gorrino Antón: (Hace ya unos 35 años que esta costumbre ha desaparecido). Un vecino donaba un cerdo al vecindario con motivo de la festividad de San Antón, el cual vivía tres meses suelto por el pueblo, siendo alimentado por los vecinos. Al final se rifaba.
g) Los campanillos de Santiago: (esta costumbre, también se ha perdido hace bastantes años). Los trilladores salían con los campanillos por las calles haciendo ruido e iban a casa del amo a que les diese la propina.
h) Los carnavales: Las gentes del pueblo se disfrazan con espectaculares trajes y desfilan bailando y al final del desfile, hacen una actuación. El Ayuntamiento concede premios a las diferentes comparsas que han participado, según la modalidad.
i) La procesión del Encuentro: Se celebra el Sábado Santo a la una de la madrugada y consiste en sacar las imágenes de la Virgen María y de Jesucristo Resucitado cada una por una calle para acabar encontrándose en la Plaza Mayor, donde se le quita el Manto a la Virgen y se canta la Salve.
j) La fiesta de la Candelaria: Ese día las madres ofrecen a sus hijos y se hace una procesión, que primeramente se hacía alrededor de la Iglesia y después se hizo dentro, la imagen la llevan las jóvenes que van a casarse dentro del año, y dos niños llevan dos palomos y un rosco.
k) Las Romerías de San Isidro (15 de Mayo) y San Gregorio (el domingo posterior al 9 de Mayo): Las gentes, en estos dos días, se acercan hasta las respectivas ermitas de estos dos santos y pasan el día en el campo comiendo y bebiendo, pero sobre todo, compartiendo buenos momentos con su gente.
l) Ferias y Fiestas del 10 al 13 de septiembre: Estas fiestas se celebran en honor al Santísimo Cristo del Consuelo. Patrón de la localidad. El día grande es el 11 cuya procesión es multitudinaria.
4. BEBIDAS TÍPICAS
La zurra, compuesta de azúcar vino tinto, frutas variadas y limón.
5. ROPA TÍPICA
Faja, boina, blusa negra, abarcas, alpargatas, faldriquera, chambra, chal, pingo, mandil. ( Esta ropa, es de hace años, y era propia de las personas mayores, aunque hoy día todavía, hay quien viste de este modo).
6. JUEGOS DE CARTAS TÍPICOS
Brisca, truque, burro, siete y media, treinta y una, gilé, julepe y comercio.
7. JUEGOS TÍPICOS DEL PUEBLO
Caliche, chapas, bolear, tanganillo, reja, chinos.
8. REFRANERO TÍPICO
De enero a enero, los dineros para el casinero.
De molinero cambiarás pero de ladrón no escaparás.
En invierno y en verano no dejes la manta en “cal” amo.
Cuando la ganga ganguea buena tarde si no apedrea.
Como veo tu hato así te trato.
Arco en poniente: coge los trastos y vete.
Agricultor atrasado, todos los años malos.
La viña y potro que lo críe otro.
Cuando la Calderina cubre su manto, gañanes y peones cargan el hato.
Guarda leña para abril y pan para mayo y tendrás asegurado el año.
Aire solano agua en la mano; en el invierno que no en el verano.
Sol por ventana agua a la mañana.
Si llora la Candelaria, buen año de aguas.
¿Qué quieres que te traiga que voy a Quero? Una jarrica de agua de caramelos.
Agua Dios y venga mayo, que estoy ajustado por año.
El día de Santiago, los trilladores a los de la levita les llaman pobres.
Por Santiago y Santa Ana pintan las uvas, y para la Virgen de Agosto ya están maduras
Si la Candelaria plora, el invierno fora, mas plore o no plore, quedan dos meses de los peores.
11. REFRANES MENSUALES
Enero: Para los reyes lo notan los bueyes. Para San Antón la patita de un ratón.
Febrero: En febrero busca la sombra el perro; a últimos que no a primeros.
Marzo: En marzo la siesta en el brazo.
En marzo asoma la cabeza el lagarto.
Abril: Abril cantar y no venir.
En abril, sácalos del redil.
Mayo: En mayo ni fin ni cabo.
En mayo, como las pilló las granó.
Junio: Agua por san Juan no da vino y quita pan.
En junio, la hoz en el puño.
Julio: Cuando pía la golondrina, ni gachas ni sardinas.
Agosto: Agua en agosto: aceite, azafrán y mosto.
Septiembre: En septiembre se cazan las liebres.
Octubre: Echa el pan y cubre.
En octubre arrímate a la lumbre.
Noviembre: Si quieres tener la viña moza, pódala con hojas.
Diciembre: Obra en Navidad o mucho dinero o mucha necesidad.
POBLACIÓN
1. EN EL SIGLO XX
La marcha ascendente de la población absoluta se mantiene hasta 1950, en la siguiente década describe una suave curva descendente que continúa hasta nuestros días.
Las cifras en su detalle son:
En 1900 la población de hecho es de 3121 habitantes
En 1910 sube a 3379 habitantes.
En 1920 es ya de 4185 habitantes.
En 1930 se eleva a 4955 habitantes.
En 1940 alcanza los 5154 habitantes.
En 1950 llega a la cúspide con 5855 habitantes. A partir de entonces se inició el descenso de la población.
En 1960 bajó ya a los 5613 habitantes.
En 1970 es de 4778 habitantes.
En 1980 la cifra era ya de 4294 habitantes.
En 1990 llega hasta los 4205 habitantes.
En el 2000 la población es de 4100 habitantes.
En el 2001 hay 4129 habitantes.
En el 2002 hay 4124 habitantes.
En el 2003, 4127 habitantes.
En el 2004, 4.155 habitantes.
En el 2005, 4.161 habitantes.
En el 2006, 4.200 habitantes.
En el 2007, 4.174 habitantes
En el 2008, 4.281 habitantes
En el 2009, 4.206 habitantes
En el 2010, 4.170 habitantes
En el 2011, 4.121 habitantes
En el 2012, 4.102 habitantes
En el 2013, 4.006 habitantes
En el 2014, 3.962 habitantes
En el 2015, 3.918 habitantes
Como se puede apreciar, en el 2008, la población de La Villa de Don Fadrique llegó a los 4.281 habitantes, por lo que la población aumentó, esto es debido a la llegada de inmigrantes a la localidad y gente de otros municipios de los que 83 eran extranjeros ese año. La misma razón ha provocado que a partir del 2009, y por lo que está suponiendo la grave crisis que atenaza a España en este período, haya disminuido la población en los últimos años en más de 200 personas.
Por otro lado, las causas del fuerte descenso en la población absoluta desde los años 50, hay que buscarla, principalmente, en el proceso de industrialización de España, que se hace a costa del medio rural, que va a incrementar la población urbana de las grandes ciudades.
2. ENTIDADES DE POBLACIÓN
En 1930 el municipio de La Villa de Don Fadrique se compone, además de ese núcleo o capital, de otras cuatro entidades como son: La Cervanta, con 32 habitantes, la Estación de Ferrocarril con 3, la Ortiza (molino y casa) con 2 y Villalobillo (casa de labor) con 24 habitantes. Hoy en día todas estas zonas están ya despobladas.
3. LA VIVIENDA Y EL CASERÍO
La parte más alta de nuestro pueblo es la zona noreste alcanza los 691 metros de altitud, ocupa por ello el 12º lugar entres los núcleos de La Mancha toledana, siendo el 1º por su altitud Cabezamesada con 732 metros.
Aunque las carreteras, ferrocarril y camino han condicionado el crecimiento del casco urbano, este hoy ha salvado con creces esos límites, incluido el ferrocarril, hoy llamado Camino Natural "El Trenillo" en recuerdo de la línea férrea que unía las poblaciones de Quintanar de la Orden y Villacañas.
El carco urbano es de tipo concentrado, como todos los de La Mancha toledana, a pesar de ello hay cada vez más edificios diseminados por el término.
En 1900 el casco urbano de La Puebla de Don Fadrique, que entonces así se llamaba, se compone de 650 viviendas, de ellas 57 deshabitadas. Aunque es de tipo concentrado hay 33 edificios y albergues distribuidos por el término y a más de medio km del casco urbano. En 1930 este se compone ya de 887 viviendas, más otros 208 edificios destinados a otros usos.
En 1950 hay 1064 viviendas, y más de 242 edificios destinados a otros usos. En 1960 se registran 1550 edificios de los que 1523 son privados.
Entre esas construcciones diseminadas están los silos, que toman el nombre del destino que se les daba para guardar grano y se usan también para vivienda; su construcción se practica en el interior de la tierra.
En 1935 se localizan los siguientes silos: del Conde, Mancheño, de Aparicio, del Médico, de Calixto, de la Señora Lorenza, de Urbano, Menero, Solana, Díaz y otros dos con el nombre de Silo, en total 12.
Casas aisladas repartidas en el término en ese mismo años había: Casa del Quinto, de Saturnino, de Vances, vieja del Marqués, de la Cervanta, y hay dos referencias a casillas y una a corrales.