El Salón de Actos de verano de la Casa de la Cultura de La Villa de don Fadrique, acogió en la tarde-noche del pasado viernes 21 de julio, la presentación del libro "Regreso a Mandelrey", primera obra literaria de la fadriqueña Inmaculada Santos, en un evento cultural que forma parte de la programación del Verano Cultural que se está desarrolando durante julio y agosto, y en el que estuvieron presentes, entre otros, el alcalde de la localidad fadriqueña, Jaime Santos Simón, hermano de la autora, la concejala de Cultura y Festejos, María del Carmen Díaz-Maroto Díaz-Maroto, y la concejala de Servicios Sociales, Mujer, Educación y Sanidad, María del Carmen Díaz-Maroto Comendador, entre otros, junto a más de un centenar de personas que asistieron al acto.
La concejala de Cultura y Festejos calificó a la autora como "una mujer luchadora, trabajadora e independiente, y sobre todo, indicó, con un espíritu aventurero, y ¿qué mayor aventura hay que escribir un libro? El auto final es presentarlo, un momento muy especial que supone para el autor un punto y final a un trabajo ya acabado, que, además, abre el paso siguiente, que es el de compatirlo y celebrarlo. Hasta ahora, "Regreso a Mandelrey", sólo le pertenecía a ella, ahora formará parte de todo aquel que lo haga suyo, leyéndolo. A nadie le dejará indiferente", concluyó.
Por su parte, la técnico de Cultura, Mª Nieves Muñoz, aseguró que "presentar un libro, y más si el autor es de tu pueblo, siempre es un orgullo y un inmenso placer. Hoy hemos venido a esto. Y hay que celebrarlo, porque, en estos tiempos tan digitales que vivimos, escribir una historia y editarla en papel, sigue siendo todo un lujo al alcance de todos. En este libro, Inmaculada Santos nos presenta una trama que huele a pueblo, huele a bodega, huele a viñas y huele a vino. Sin ser un relato autobiográfico, ni muchísimo menos, desde luego que, entre todos los viajes y vivencias que ha tenido en su vida, la de su pueblo ha sido la que más le ha inspirado para escribir Regreso a Mandelrey".
El turno final fue, como no podía ser de otra manera, para la autora, protagonista de este acto, para dar a conocer a sus paisanos un libro, el primero de su vida, que le ha llevado buena parte de su vida elaborarlo. Lo empezó escribiendo 30 páginas, y lo retomó y lo dejó hasta concluirlo en este año "Con dudas lo saqué del cajón, explicó, y fue lo mejor que pude hacer". Compaginando su actividad profesional de docente, como profesora de historia en el IES Andrés de Valdevira de la ciudad, Patrimonio de la Humanidad, de Baeza (Jaén), fue construyendo este "Regreso a Mandelrey", una novela con tintes melodramáticos, con muchas alusiones a la historia clásica, en la que ella es especialista, puesto que se licenció en Historia Antigua por la Universidad Complutense, pero que, sobre todo, sumerge a quien la lee a lo más profundo del entorno rural.
Mandelrey es un lugar imaginario, que ella sitúa en una finca fadriqueña, Guisasola, donde pasó parte de su juventud, pero, sin contar nada autobiográfico, pues ese lugar de viñedos sólo le sirvió de inspiración, para elaborar un relato intimista y poético, con una narrativa muy descriptiva, que Inmaculada Santos dedica a su padre, que se marchó en el año 2020. El título evoca a un lugar rural y familair imaginario que estuvo lejos de los dominios de las órdenes militares, un mundo a medio camino entre la realidad y la ficción, que evoca al entorno rural como sentido de pertenencia, esas raíces que todos tenemos de nuestros pueblos en los que nacimos, crecimos y nos relacionamos con personas de toda índole.
Los personajes, todos ficticios, sitúan la historia en un caserón tan laberíntico como la trama que se desarrolla, una finca llena de vida con un pueblo y un paisaje que a todos recuerda a las tierras de la llanura manchega, pero que bien podría ser cualquier lugar del mundo, una narración con muchas aristas, que trae y lleva al lector a su ser más íntimo, a lo que piensa y siente, y a las debilidades y fortalezas que tenemos cada ser humano que habitamos y vivimos en nuestros mundos. Regreso a Mandelrey es algo más que una novela, es una puerta al interior más profundo y al exterior más real que todos llevamos, de una u otra manera, a lo largo de nuestra vida.
Mandelrey es "ese lugar", al que todos soñamos volver, en un momento de nuestra vida, un regreso a los recuerdos, a la realidad de nuestra infancia y juventud que, marchándose, imaginamos siempre regresar, para volver a vivir aquello que más nos gustó, o simplemente, aquello que no nos dejaron, o no pudimos vivir. También es ese lugar al que regresamos, en nuestros pensamientos, en nuestros sueños, pensamientos, o incluso realidad, caprichosamente en momentos de nuestra vida cotidiana. Regreso a Mandelrey es, aún, mucho más que eso, e Inmaculada Santos Simón lo ha elaborado de forma magistral en su ópera prima que, presentó primero en Baeza, lugar de su vida laboral que concluye este mes de septiembre, y en su pueblo, La Villa de don Fadrique, adonde regresará para retirarse tras una vida laboral repleta de acción y aventuras, como Mandelrey, una historia formidable, fascinante y sorprendente a partes iguales.
