Una veintena de personas de La Villa de Don Fadrique han realizado este fin de semana un viaje al Parque Nacional de Cabañeros en donde han disfrutado de la belleza del paisaje y el recogido silencio de la naturaleza que ofrece la Ruta de Senderismo “El Chorro/La Chorrera Chica” situada en el término municipal de la población toledana de Los Navalucillos.
El viaje ha sido posible gracias a la Diputación de Toledo en colaboración con la coordinadora de la Agenda Local 21 “Dulcinea”, que acompañó al grupo fadriqueño y organizó esta visita en la que se disfrutó de un magnífico día y de un paisaje otoñal increíble.
La ruta discurre por la parte más montañosa del Parque Nacional de Cabañeros y permite disfrutar de bellos paisajes de bosques y contemplar algunas especies vegetales como el tejo, abedul o acebo entre otros, y de la cascada de “El Chorro” y de otra que hay aún más arriba de “La Chorrera Chica”.
En total, fueron casi cuatro horas de recorrido a pie, embellecida en esta época por los colores del Otoño, tales como el ocre, amarillo o rojo, entre otros. La expedición que se fletó también a través del Centro Social del Ayuntamiento de La Villa de Don Fadrique, escrutó los bosques mediterráneos (encinas, jaras, madroños, robles o rebollos) y de ribera que acompañaba a los sonoros ríos y arroyos (tejo, acebo o mostajo), destacando la presencia del abedul, árbol típico de zonas frías y húmedas (clima atlántico), escasas en el territorio del Parque Nacional de Cabañeros y en Castilla-La Mancha.
Los viajeros también tuvieron la suerte de contemplar una especie en peligro de extinción, los buitres leonados, que sobrevolaron las cabezas de los fadriqueños surcando los cielos despejados de este lugar.
La ruta concluyó en la cascada llamada “El Chorro”, un lugar espectacular, porque se trata de un pequeño cañón rocoso, muy húmedo y sombrío, al que se accede por una pasarela de madera sobre el arroyo.
El grupo también se acercó a la legendaria historia de este territorio observando una roca milenaria formada por arena fosilizada, que deja constancia de la presencia del mar en estas latitudes hace unos cuatro millones de años, cuando en la Península Ibérica todavía no se habían formado las cordilleras Bética y Penibética que circundan el sur y el este de la región, separación natural con Andalucía y la Comunidad Valenciana.
En definitiva, una jornada muy agradable en contacto con la naturaleza que pudo disfrutar el grupo fadriqueño por tan solo dos euros que incluían el transporte en autobús y la realización de esta ruta pedestre por tan recogido y emblemático lugar de la geografía regional y toledana.