La celebración del 99º Aniversario del Milagro del Santísimo Cristo del Consuelo el pasado viernes, 17 de mayo de 2024, en La Villa de don Fadrique, abrió la puerta al Jubileo 2024-2025 que la Santa Sede de Roma declaró con motivo del centenario de esta efeméride. La puerta santa la abrió el prelado de la Archidiócesis de Toledo, Don Francisco Cerro Chaves, a primera hora de la tarde del domingo 19 de mayo de 2024. Fin de semana, por lo tanto, intenso y lleno de emociones para el pueblo de la localidad fadriqueña que tendrá por delante 365 días para celebrar esta cifra redonda de los 100 años de una devoción y agradecimiento a su benefactor, el patrón de este municipio manchego.
Y es que desde un 17 de mayo de 1925, cuando el Santísimo Cristo del Consuelo salió a la calle en rogativas para pedirle que cayera agua del cielo, muy necesitada para las exiguas cosechas y sedientas tierras, y el patrón de La Villa de don Fadrique escuchó a su pueblo lloviendo "a cántaros" desde prácticamente la mitad del recorrido hasta el pozo de los Caramelos, situado en la carretera de Quero, y toda la vuelta, esta fecha quedó señalada en rojo para la memoria colectiva de todos los fadriqueños, que le honran para recordar ese gran milagro que salvó a los habitantes de la necesidad, y agradacérselo. En la víspera del centenario, la Mayordomía quiso celebrar este 99 aniversario de una manera más especial, y, además de la ofrenda floral que fue más grande que en otras ocasiones, el evento se complementó con las notas de la Banda de Música "La Fadriqueña", un clásico en estas fechas, y con la novedad de los bailes preparados por la Agrupación "El Alba", que deleitaron a todos los presentes e hicieron la función aún más grande.
Por supuesto una multitud se congregó en la Plaza de la Glorieta para la efeméride, frente a la puerta barroca de la Iglesia de Ntra. Sra. de la Asunción, donde asomó el Santísimo Cristo del Consuelo en sus andas, y estuvo tan acompañado, como siempre, o quizás un poco más en presencia, pero no en ausencia, porque el corazón de los fadriqueños siempre está con su benefactor en estas fechas tan señaladas. Y este acto abrió un fin de semana intenso que concluyó con la apertura del Año Jubilar que decretó la Santa Sede para los próximos 365 días que concluirán con el 17 de mayo de 2025, cien años después de aquel acontecimiento milagroso que inundó los cielos y trajo en abundancia la tan ansiada lluvia que regó los sedientos campos y colmó las cosechas de todo un pueblo entregado a su memoria.
A la apertura del año jubilar de la primera hora de la tarde del domingo, 19 de mayo, tampoco faltó casi nadie: Desde las autoridades civiles encabezadas por el alcalde de La Villa de don Fadrique, Jaime Santos Simón y prácticamente toda la Corporación Municipal, hasta los sacerdotes hijos de la localidad fadriqueña, que arrancó con una procesión desde la sala "Nazaret", antiguo casino de "La Concordia" de la Plaza de España. La comitiva estuvo presidida por el arzobispo de Toledo, don Francisco Cerro Chaves, acompañado del vicario episcopal de La Mancha, Luis Lucendo, y del párroco Juan José Espinosa, que se dirigió hasta la puerta barroca del templo parroquial, para proceder a su declaración como Puerta Santa para ganar el jubileo, y hacer su apertura por delante de todo un pueblo que asistió a esa solemne misa eucarística de consagración, a la que siguió una gran multitud de fieles. Tampoco faltaron las reinas y místers de las fiestas.
Como anécdota, el primado de España regaló su mitra al Santísimo Cristo del Consuelo finalizada la solemne eucaristía. Pero antes, una vez que toda la comitiva entró en el centro parroquial, pasaron a honrar la imagen en su capilla, y se comprometió a volver el próximo 11 de septiembre del presente año, día grande del Santísimo Cristo del Consuelo, y de las fiestas patronales, para volver a presidir la celebración, prácticamente en el ecuador de este recién estrenado Año Jubilar, que la Mayordomía de la Hermandad jalonará de diferentes actos como conferencias, exposiciones y música en directo, entre otras, para honrar en estos 365 días al gran benefactor y patrón de La Villa de don Fadrique, el Santísimo Cristo del Consuelo y agradecerle todas sus intervenciones. Otra anécdota que quizás forme parte de estos milagros que realiza el patrón fadriqueño, es que la casualidad quiso que se abriera el año jubilar el mismo día en que la Iglesia celebra el Domingo de Pentecostés, uno de los días más grandes en el calendario litúrgico de la Cristiandad.
En las palabras dirigidas a los asistentes durante la celebración litúrgica, Don Francisco Cerro Chaves animó a todos a mirar al Cristo del Consuelo “como un Dios con corazón, que pisó la tierra y conoció las necesidades de los hombres, y que por eso envió al Espíritu Santo, para ser consuelo y alivio de todos los que se acercan a Él”. El párroco, por su parte, Juan José Espinosa, subrayó que la parroquia de La Villa de don Fadrique “abrirá de par en par sus puertas para ofrecer el Consuelo y el perdón de Cristo a todos los que nos visiten“.
Año Jubilar del Milagro del Cristo del Consuelo, desde el 19 de mayo del 2024
Este año jubilar, concedido por la Santa Sede, se extenderá desde el 19 de mayo de 2024 hasta el 17 de mayo de 2025, día en el que exactamente se cumplirá el centenario del “Milagro de la Lluvia”. Dicho milagro, relatado y contrastado por los vecinos más mayores que lo presenciaron consistió en que, después de una larga época de sequía, el pueblo de La Villa de don Fadrique acudió ante la imagen del Santísimo Cristo del Consuelo, celebrando una procesión de rogativas. Cuando la sagrada imagen salió de la Iglesia parroquial -según contaban los vecinos más mayores, testigos de aquel hecho- el cielo estaba despejado, y a pocos metros, cuando la imagen del Cristo llegaba por la plaza del pueblo empezaron a asomar los nubarrones. La procesión continuó hasta el llamado “Pozo de los Caramelos” que luego fue denominado y es conocido por el “Pozo del Milagro”, que se sitúa a las afueras del pueblo, en la carretera de Quero.
La lluvia de aquel día y de días sucesivos, salvó las cosechas de este pueblo eminentemente agrícola y ganadero, y devolvió la alegría a los corazones y la economía de la población. Desde aquel 17 de mayo de 1925, La Villa de don Fadrique ha venido celebrando ininterrumpidamente este hecho como voto de agradecimiento, con la excepción de los años de la persecución religiosa de 1936. Y la llamada Fiesta del Milagro, desde entonces, se ha celebrado con una función solemne a la que cada año acuden los vecinos, además de realizar una ofrenda floral en la puerta del templo parroquial. Algunas centenarias narraron que fue tanta la lluvia que cayó, que "las boinas de los hombres destiñeron, todos estaban empapados, y aún así, nadie sufrió de enfriamiento ni dolencia alguna a causa del líquido elemento.